literature

M-FF-Amor enfermizo.

Deviation Actions

Kaori-OC's avatar
By
Published:
1.3K Views

Literature Text

– Hey bebé. – La voz de Dante era armoniosa pese a que el hombre no lo era para nada, se acercó a su pareja con lentitud y agilidad gatuna de cual el menor se había enamorado. Rodeó con sus brazos de nadador el cuerpo más pequeño, sujetando con sus grandes y bien cuidadas manos el hueso de la cadera con pesadez. Avanzó como regularmente haría en un saludo, inclinando su cuerpo un poco y llegando al rostro ajeno, pero a diferencia de lo normal que obtendría una aceptación de su compañero sólo obtuvo un rechazo directo. August corrió su rostro, no lo miró como lo haría normalmente y sus hermosos ojos azules, de los cuales el italiano siempre se enamoró, se encontraban fijos en el suelo. Las cejas pequeñas del adulto pronto se fruncieron mientras este no comprendía que sucedía, estudió con brevedad el rostro ajeno como si pudiera descifrarlo pero nunca fue fácil comprender las emociones del castaño. – ¿Miel? –
– Estoy cansado. – Murmuró el niño mientras alejaba las manos del hombre, con suavidad que permitió que el otro mansamente lo dejara ir y no pusiera resistencia como haría normalmente. Eran cosas que había aprendido con el pasar del tiempo, era como tratar a un animal salvaje, si eres amable lo aturdes y puedes alejarte lentamente si es que no te ataca por temor. Con esto se dio la vuelta dándole la espalda, su cuerpo levemente encorvado en señal de derrota era lo que podía apreciar el adulto; músculos tensos y alertas pero sin intención de lucha real. Sus dedos podía apreciarse sujetar con fuerza la sudadera desde detrás, pero no era nada que alarmarse al italiano, ya que siempre parecía querer romper su propio cuerpo, August, con sus manos.
– Entonces duerme. – Respondió como si fuera la opción más sencilla y común del mundo, con un toque de burla en su voz que no pasó de ser percibido por el interlocutor. Durante el tiempo de la relación de ambos, August -quien siempre ha vivido en su propio mundo- ha aprendido a no dejar que nada se le escapase de Dante. Un error, sólo hacía falta un error para que el caos se desatase y él lo sabía muy bien. Su posición no cambió ni un poco, aun alerta de su entorno mientras su mirada estudiaba el suelo. Por otra parte el punk había recargado todo su peso sobre su pierna izquierda, inclinando levemente su cadera hacia dicha dirección, y cruzó sus brazos por sobre su enorme pecho cubierto por una musculosa que insinuaba cubrir algo.
– No. –  Negó con rapidez mientras se giraba para enfrentarlo, lo observó mirarlo como si estuviera demente y con una total carga de burla, su sonrisa era torcida mientras sus ojos impares estaban clavados en su figura. August vio, lo que no quería ver. El rostro maquillado y ultrajado por metal de su pareja estaba magullado, su ceja estaba rota al igual que su labio, por suerte el aro que se encontraba en el primer lugar no había sido arrancado como sucedió una vez con el de la oreja. Su pómulo izquierdo estaba hinchado y seguramente su ojo del mismo lado terminaría morado. Era más que obvio que se metió en otra pelea y esa era la razón principal del disgusto del menor. Ambos lo sabían. – Quiero decir… no estoy cansado en ese sentido. Maldición, Dante, sabes de qué te hablo. Me haces explicarte algo que ya sabes bien. – Maldijo como nunca hace, mientras en un movimiento nervioso peina su cabello hacia atrás dejando todo su blanco rostro liso a la vista; las mechas lentamente caen nuevamente a su lugar mientras este desvía su mirada al suelo. Mastica su labio inferior, disgustado por la palabra que dejó escapar. Hubo un chasquido de lengua decorando el silencio que dejó el castaño y no mucho después, los pasos retumbar levemente contra el suelo de madera para que luego el calor persistente de otro cuerpo cerca al suyo se sintiera pero sin tocarse entre ellos. Abrumador.
– Al parecer soy lo suficientemente idiota como para no entenderlo. Ilumíname. – Era palpable como detrás de la burla de su comentario existía la furia creciente. Pero no fue suficiente como para cohibir al niño, quien ya estaba acostumbrado a esto. Soltó un suspiro exasperado mientras se alejaba mirando el suelo, unos pasos lo suficiente para no sentir esa necesidad de ser rodeado por los fornidos brazos ajenos, y luego se giró para enfrentarlo otra vez. Sus ojos le ven pero a la vez no lo hacen, son ausentes perdidos en sus emociones, se puede percibir el conflicto interno si eres observador.
– Estoy cansado de que actúes como un completo imbécil. Lo sé, es parte de ti, pero has cruzado tú propia idiotez hace tiempo y ya no soporto más esto. – Su voz comenzó fuerte pero se fue apagando con el desgano que atraían esas palabras. Relamió sus labios antes de continuar sabiendo que Dante no podría resistirse comentar algo tonto si no continuaba pronto. – Te peleas con todo ser existente, Dante. Mírate, ¿cuál fue la magnífica razón por la cual luchaste esta tarde? ¿Te insulto o fueron tus celos irracionales por mi persona? ¡Ni siquiera son razones reales! Te las inventas, buscas excusas para golpear a alguien ¡sin importar su sexo o edad! ¡Golpeaste a un niño de diez años Dante! ¡DIEZ AÑOS!– Algo se rompió dentro del muchacho cuando comenzó a gritar, el adulto pareció desconcertado por la subida de tono que pocas veces se vio receptor. La voz tranquila que apenas se oye fue sustituida por el malestar e incomprensión, dolía como alguien tan pacifico podría romperse tan abiertamente. El adulto extrañamente no interrumpió, se quedó rígido en su lugar observando, analizando las palabras lentamente.
“– Al principio creí que era tu instinto de macho alfa que no permitía que nadie se acerque a tu “propiedad”, pero al paso del tiempo me di cuenta que ni siquiera era por mí que lo hacías, era por ti. Siempre fue por ti. Todo. Ya no puedo tener amigos, me monopolizaste, cada persona que se me acerca tú la golpeas por una u otra razón; no son celos, no hay razón para que lo hagas pero lo haces. ¡Golpeaste a mi hermano! ¡Mi sangre! ¡Lo moliste a golpes y le fracturaste un brazo con la excusa de que tenía intenciones de alejarme de ti!
“Cuando luchaste con Reynald, supe que era un conflicto tonto entre ambos porque ninguno de los dos quería al otro cerca; pero Nate… él no hizo nada, quería acercarse a ti para conocerte nada más y ahora está en el hospital. – Las lágrimas caían por el rostro de August mientras este se abrazaba de una forma dolorosa. Su cuerpo temblaba tanto con ira como con miedo, se había alejado del hombre lo suficiente como para huir si las cosas se ponían mal y esto mismo no pasó de ser percibido por el otro. Sintió un horrible malestar en su estómago cuando notó esto mismo, su niño, su novio, le tenía miedo.
– August… – Llamó extendiendo su mano, su rostro reflejando pesar e incertidumbre, pero este no lo estaba viendo.
– Sé que está en tu naturaleza ser violento, siempre lo has sido pero… ¿no lo has notado? ¿Soy sólo yo quien ve el cambio? Antes no eras así, había razones palpables y lógicas, ahora ya no. ¿Tanto te irrita mi presencia que debes de buscar una forma de eliminar tu malestar constante? ¿Qué cambio? Dime. – Alzó su rostro levemente rojizo por el llanto, limpió las lágrimas con la manga de su jersy y luego negó con su rostro soltando una risa apagada. Rechazó el vago intento de contacto de su novio, alejándose aún más. Dante tenía intenciones sólidas de aclarar sus dudas, abrió su boca mientras daba un paso más cerca del muchacho, quien por inercia se escapaba. – No, no quiero saberlo realmente. – Negó con su rostro mientras se dirigía hacia la pequeña cocina pegada a la sala, sin darle posibilidad de nada.
Estaban en el pequeño departamento que compartían desde hacía meses, no eran grandes lujos pero a ambos le gustaba así, podrían pagar algo mejor pero no lo necesitaban. August se sirvió un vaso de agua y con su mano temblorosa bebió unos tragos cortos. El italiano había vivido demasiado tiempo observando cada mísero cambio en su amante para saber que pronto tendría una crisis, si no se calmaba terminaría teniendo una ataque de histeria y el único que salía perjudicado era el mismo. Dante se odiaba por ser siempre el percutor de dichos actos.
– ¿Te detuviste a pensar que quizás el que no me dejes hablar sea el problema? ¡Nunca me dejas decirte nada! ¡¡Actúas como si lo supieras todo!! ¡PERO NO ES ASÍ! – El rostro enrojeció levemente por el malhumor que presentaba, sustituyendo con rapidez cualquier culpa que pudiera sentir el hombre. Siempre fue más fácil sustituir todo con ira. En dos zancadas grandes recorrió lo que restaba de la sala para ingresar a la cocina, empujó al muchacho contra la mesada -sabiendo que lo dañaría- y lo acorraló contra el mueble. El castaño se removió en su lugar, tras soltar una suave exclamación de sorpresa y dolor, sus ojos grandes brillaron con temor mas no se atrevió a decir nada más. Su mirada era un desafío completo para que terminase lo que comenzó a decir, aunque sabía que no podría soportarlo. – Dices que no es por ti pero luego sólo recalcas que todo es por ti. Y la verdad lo es. TODO es tu culpa. – Su voz se apagó lo suficiente como para regresar al tono normal propio. Grueso, un tono del cual muchas chicas se enamorarían. Pudo ver como el rostro se contorsionaba de dolor y las lágrimas que parecían haberse calmado un poco volvían a fluir con viveza.
– Déjame ir. – Rogó August mientras empujaba el pecho del hombre con sus manos, pero sin fuerza real. No lo observaba más, su mirada estaba fija en aquel suelo que parecía tener muchos secretos escondidos. Pero muy contra de lo esperado, como si quisiera simplemente dañarlo más, Dante se apegó contra el menor rodeando sus brazos firmes en el esbelto cuerpo. Lo sintió luchar, nuevamente, mas se rindió con facilidad aferrándose a la poca tela de la prenda superior ajena y llorando amargamente contra su pecho. Como consuelo el mayor acarició su espalda con pequeños círculos mientras apoyaba su barbilla sobre la cabeza ajena, mirando los muebles superiores distraídamente.
– Siempre asimilas lo peor sin dejar que termine. – Murmuró.  Lo sintió tensarse bajo su cuerpo por la declaración pero no lo dejó ir, espero hasta que se tranquilizase lo suficiente para continuar, al tiempo se relajó. El agua aun caía por el rostro ajeno, quien no parecía tener intenciones de salir de donde se ocultaba, y su respiración era entrecortada por los hipidos que ganó ante el lloriqueo. Dante siguió su labor, bien conocido, de consuelo torpe que sabía entregar puesto que él no era alguien demostrativo o dulce. Los minutos fueron lentos antes de que volviese a hablar, en tono bajo como si fuera un secreto que sólo el niño debía de oír. – No sé cómo manejar otros sentimientos. La ira, la conozco tan bien que es mi fiel amiga, no hay secretos. Pero… la tristeza, desesperación, depresión, el pesar, la alegría, cualquier otro sentimiento es desconocido para mí. Sólo sé burlarme y luchar contra esto, no sé aceptarlo. Y tú, August, mi pequeño, me has forzado a sentir. – Suspiro pesadamente, había adoptado esa característica de darle apodos tontos y posesivos al muchacho. Sólo el usarlos podría hacerlo sonreír, porque sabía que era suyo.
“– ¿Alguna vez te preguntaste porque no tengo a nadie a mi lado? No tengo amigos, no tengo familia y mucho menos tenía pareja. Siempre pienso en mí mismo, no me importa el resto, los uso y los abandonó. Así nadie me hiere, así nadie me necesita, sólo es un cambio mutuo de placer ocasional y luego me desprecian. No sé manejar un abandono, que me engañen, no quiero aprender a manejarlo pero existe esa voz… ya sabes, el pepe grillo que todos tienen, que constantemente me dice que te perderé. Lo odio. Te odio cuando eso pasa pero te amo más. Quiero abandonarte para no tener que sufrir que tú lo hagas pero no puedo, no sé manejar la situación y sólo necesito golpear algo. Destrozarlo hasta que todo se drene de mí y pueda volver, seguro de que eres mío y abrazarte.
“Soy un bruto, un animal, un idiota sin una pizca de humanidad. Lo sé. Porque no quiero ser humano. Al menos con nadie más que contigo. – Aparte de decir que lo amaba meses atrás, nunca había dicho algo tan cursi en su vida. Si alguien observarse al hombre en estos momentos podría ver el sonrojo persistente en sus mejillas, él podía sentirlas arder y por ello mismo aferró más sus brazos al cuerpo ajeno. No quería que lo viera en aquel estado tan poco suyo, no era de los que abrían su corazón, con nadie, pero de vez en cuando había que esforzarse y hacerlo. Por quien amas.
Hubo una risa baja, todo el cuerpo de August se sacudió bajo el peso del mayor por aquel acto. Decir que se sintió ofendido y muy estúpido Dante, ante aquello, era decir poco más pronto se unió a la acción mientras algunas lágrimas traicioneras se iban con la alegría.
– Eres un idiota. – Se las arregló para argumentar el castaño mientras rodeaba el cuerpo del adulto con sus brazos, dejó caer su peso cómodamente contra el otro. – Te amo. – Suspiró tras su confesión, cerrando sus ojos con cansancio. El flujo de emociones había drenado cualquier energía que poseía, pero se las arregló para continuar. – Pero tienes que parar, matarás a alguien o me matarás si sigues así. – Lo último dicho pareció haber tocado algún nervio ajeno, pues Dante se tensó de forma dolorosa que hizo que sus brazos se presionaran más contra el cuerpo del menor.
– No dejaré que mueras.
– No necesariamente debe de ser una muerte física Dante.
– Jamás dejaré que mueras. – Pareciera que no lo oía, o eso sentía el muchacho, mas sí lo hacía. Dante lo meció suavemente hacia los lados reafirmando sus palabras una y otra vez, dejando perdido el: “moriría contigo” entre sus palabras y esperando que jamás debiera de suceder aquello. La dependencia que poseía el hombre sobre el muchacho era dañina, a tal punto que era necesaria. Quizás.

Es una situación random que representa la relación que formaran mis dos personajes. August (mi amado niño) y Dante, mi punk nuevito. Algún día me gustaría desarrollar esta pareja on-rol. Sería divertido.

Son ello: XM-Only day

________
_________________
Dante Cacciatore y August Annick © :iconkaori-oc:
© 2014 - 2024 Kaori-OC
Comments3
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
RoseCarmin's avatar
Muy buena la narración. Estas situaciones son demasiado dificiles, porque es dificil que las personas cambien. Yo no podría escribir situaciones así por que incluso escribirlas se me hace complicado. Esperemos ya no llene de golpes a los demás solo por celos obsesivos :S