literature

RE-FF-No soy como tu, Cap. 4

Deviation Actions

Kaori-OC's avatar
By
Published:
1K Views

Literature Text

Tiempo: Historia Slash. Basada Post-Resident Evil 6. Lo siento, es un spoiler del final de Ada, lo que se supone que podría ser el comienzo del RE7.

Generos: SALSH/YAOI/HOMOSEXUALIDAD. Acción, angustia, drama, horror(se supone), misterio, romántico(tiene sus momentos) y tragedia.

Advertencias: Lemon, muerte de un personaje, tortura y violación(estas últimas dos partes pueden ser de contenido desagradable). Posible OCC(Other Caracter Context=Cambio de personalidad ligero), involuntario.

Parejas: Jake MullerxOMC(Thomas), leve ChrisxLeon.



Capítulo 4: No existe la suerte.

A medida que iban llegando al aeropuerto las cosas parecieron ir calmándose en todos los sentidos posibles. Jake parecía tener más positividad y hasta bromeaba un poco más, también estaba menos molesto y estresado que anteriormente al parecer más seguro en torno a nuestro protagonista. Aquel buen humor obtenido se vio positivamente afectado en Amir, quien también parecía muchísimo más relajado y seguro de lo que fue en toda la travesía anterior, hasta podría decir que volvió a mantener aquella mirada inocente sin temor que debería de estar siempre plasmada en los niños. Thomas por su parte se sentía levemente mejor al saber que Muller no desconfiaba tanto de él aunque muy en el fondo no estaba seguro si era mejor o peor debido a que ni el mismo sabe si es o fue una persona detestable. Pero ya no importaba. Por parte de las BOW’s, estas también estaban muchísimo más tranquila cosa que asustaba bastante, menos a la vista, más débiles, era sencillamente era un mal presagio pero nadie piensa en eso en momentos como estos.

Llegaron antes a su destino de lo previsto, principalmente porque salieron antes del amanecer y secundariamente porque cargaron a Amir en toda la trayectoria, (turnándose esta vez) para hacer el camino más rápido. Pero como era esperado dicho lugar se encontraba condenadamente minado de muertos vivientes y BOW’s, era más fácil atravesar el centro de la ciudad que el aeropuerto. ¡Pero nada es imposible! Así que ellos no se darían por vencidos, debían de encontrar algún pequeño avión privado para viajar y todo estaría perfecto. Conseguir la tarjeta para encenderlo o las llaves no debía de ser tan complicado ¿cierto? A parte Jake puede manejar lo que sea, nada es imposible para él.

Cruzar el estacionamiento no fue tan malo como uno esperaría. Solamente debieron de hacer sonar la alarma de un auto en la punta contraria por la que ellos caminarían y todo estaría despejado. Los zombie como siempre “correrían” hacia el sonido ocasionado, siendo siempre su principal atención, ganado ellos mucho espacio libre para escurrirse hacia la entrada principal. Extrañamente no había ningún muerto vivo a la vista tras la puerta de cristal, lo que llamó claramente la atención de los mayores, sabiendo que la suerte jamás les sonreiría.

Cruzaron las puertas de cristal sorprendidos de que no estén cerradas o atrancadas, cosa muy poco común. Estaban realmente desconcertados por la desértica vista que hasta estaban comenzando a asustarse, pero por fin lo vieron, el percutor de este problema. Un Whopper, aquellas BOW’s grandes y regordetas que se llevaban todo puesto sin importar qué, incluyendo a los más débiles de su clase. Ellos no dudaron ni esperaron a que este se percatase de su presencia y ambos tomaron una granada de fuego -Thomas cogiendo una que tenía Jake colgada en su cinto-.  Sin si quiera mirarse para asegurarse que el otro siguiera el mismo movimiento ambos lanzaron la granada, deslizándola por el suelo para tener menos ruido producido, hasta el zombie.

La explosión múltiple lo dejó fuera del juego al instante pero produjo algo de jaleo mostrando al fin los zombis ocultos que pronto se lanzaron sobre ellos. Esto les obligó a moverse rápido por el lugar, aunque realmente muy lejos no pudieron llegar. No hacía falta caminar mucho para encontrarse con casi todo el piso superior derrumbado en la sala impidiéndoles el paso hacia la zona de vuelo. Esto mismo terminó encerrándolos y los forzó a luchar para salir con vida. El número de zombis no era lo alarmante -ya que no eran tantos como se esperaría-, sino que lo era el número de Linker que comenzaron a asomarse por el techo escalando las paredes y escombros con total agilidad. Thomas y Jake llegaron a la situación donde casi dan espalda con espalda encerrando al menor entre ambas, ya que no podía proporcionarle una protección adecuada en estas circunstancias.

Pero Jake estaba en su rancha positiva así que no se daría por vencido tan rápido. Cuando vio la oportunidad de salir empujó a Thomas y Amir por los pasillos hasta encontrar las escaleras de emergencia. Allí mismo pudieron cerrar las puertas y trancarlas para evitar que las BOW’s persistente, y así los dejaran tranquilos al menos unos minutos. Mientras comenzaban a subir por estas -Muller a la cabeza- se encargaron de cambiar sus cargas con rapidez. Por suerte las cosas ya no se les complicaron tanto. Debieron de rodear la zona colapsada para llegar a las otras escaleras de emergencias que direccionan hacia la pista de vuelo. El camino no estaba tan relleno de muertos vivos, y solo algunos Linker dieron presencia.

Antes de lo pensado ya estaban fuera. El lugar estaba repleto de Zombis como fue sospechado, pero nada era imposible para Jake. Bueno, excepto el vencer una BOW gigante cuando está cuidando a Amir.






– ¡Dispárale en el ojo! – Gritó Jake por sombre el sonido del viento mientras se agita hacia la izquierda. Thomas, quien estaba con un Amir aferrado a su cintura, se encontraba ocupado matando los zombis que se le acercaban.

– ¡No soy un maldito pulpo! ¡¡No puedo hacer todo!!  – Mientras su grito histórico abandonaba sus labios, pateó un zombie en la cabeza y disparó a otro que intentó de abalanzarse contra él mientras aun sostenía a Amir con uno de sus brazos protectoramente. Y lo más irritante de toda la situación fue que Muller realmente se puso a reír en medio de batalla, ¡a reír!

– Eres un psicópata. – Exclamó el niño exasperado soltando también una pequeña risa. La situación era sencillamente ridícula. Un monstruo gigante con apariencia de un sapo super-desarrollado  con tentáculos obstruyendo el paso hacia los aviones, y un centenar de zombis tirándose de quien sabe dónde para atacarlos. ¡Y lo peor! ¡El desgraciado de Jake se burlaba de Thomas! Demasiado raro, más cuando dejó al menor a su cuidado. El albino comenzaba  a preocuparse por el mayor, dudando si estaría enfermo o sencillamente delirante.

– Vamos chico maravilla, ¡sé que puedes hacerlo! – Sí, definitivamente algo mal había en Jake. Thomas se las arregló para hacer  un movimiento obsceno con su mano antes de volver a sujetar correctamente su pistola y seguir su trabajo en proteger al menor. Llegó al punto que se preguntó si tenía algún tipo de olor atrayentes de muertos vivos o si Jake se habría colocado alguna especie de repelente, ya que TODOS los no-muertos se le tiraban arriba.

La conversación no se propagó mucho más. Sólo hubo algún que otro comentario burlesco en medio de la lucha de Thomas o hasta del mismo Jake al ver una situación que no resulta tan bien como se esperaba. Pero aparte de eso fue silencioso. Muller casi venció a esa BOW por sí mismo -ya que Thomas estaba muy concentrado con su propia vida-. Diremos casi porque en realidad el albino fue quien dio el golpe de gracia con una granada que -sin querer- entro por la boca del monstruo y lo hizo estallar manchándolos con carnes y viseras. Asqueroso simplemente.

Recorrer lo que quedaba para encontrar un avión privado no fue tan largo, al contrario, el primero en el que suben es el perfecto para salir. Tenía nafta, parecía estar en perfectas condiciones y ¡hasta estaba ubicado perfectamente para salir! Jamás, y diremos jamás tuvieron tanta suerte como esta desde que se cruzaron en medio de aquel pequeño pueblo.






Fue a mitad de camino que Jake cedió el mando para hacer una llamada. Dado que no pudieron activar el vuelo automático sin coordenadas fijas, solamente les restaba sobrevolar el cielo a ver si por casualidad de la vida encontraban un lugar donde bajar. Por parte del menor, este se encontraba cómodamente sentado en el asiento de copiloto durmiendo como si no hubiera mañana.

– ¿¡Jake!? ¿Estás bien? ¿¡Por qué apagaste tu teléfono!? – El teléfono no sonó más de dos veces antes de que una voz femenina retumbara del otro lado, obligando al mayor a alejar el aparato de su oído para no quedar sordo.

– Lo siento princesa. – Respondió sin pisca de culpa, Thomas podía verlo sonreír mientras decía eso y no pudo evitar sentirse ciertamente celoso. – Tenía asuntos más importantes que atender.

– Muller, tenías una misión que cumplir. Al menos dime que la has hecho.- Respondió la mujer del otro lado dejando escapar primariamente un resoplido.

Super chica, nunca dudes de mí. Tengo la muestra que querían pero mis planeas se han cambiado un poquito.

– ¿Cambiado? –  Podía percibirse el tono plano y amenazador de la mujer.

– Vuelvo a Raid.

– Jake, tu contrato pedía que la muestra fuera entregada sin contratiempos antes del día siete, ¡y  siete es mañana! – Jake soltó un resoplido pero aún se lo podía observar sonreír. Pasó su mano distraídamente por su cabeza mientras continua su conversación como si nada.

– ¿La BSAA está en Raid cierto? Alguno de sus agentes podría mandártela.

– Jake… – Comenzó a replicar pero pronto fue cortada por el hombre.

– No necesitas ver mi cara, ¿o sí princesa? – Bromeó mientras sonreía tontamente, realmente Thomas tenía ganas de coger el teléfono y dispararle un par de veces. – Necesito terminar un trabajo importante antes de volver, pero antes preciso un favor tuyo.

 – ¿Qué quieres Muller?

– Necesito permiso para aterrizar en el aeropuerto de Raid. – Se escuchó un resoplido y un silencio que se prolongó varios minutos antes de que fuera roto otra vez, como si la mujer analizara si estaba bien hacerlo o no.

– Le avisaré a Hunnigan, y también le pediré que te mande las coordenadas correctas. – Respondió exasperada mientras suspiraba, hubieron unos momentos de silencio antes de que volviese a hablar. – Y Jake, cuídate.

– Siempre lo hago super chica, no te preocupes por mí. – Dicho aquello ultimo la llamada fue cortada. Thomas volvió su vista al frente como si no hubiera estado realmente atento a la conversación y siguió su labor mientras sentía ese extraño ardor en la boca del estómago.

No se tardó mucho más de unos minutos antes del que el teléfono sonará nuevamente mostrando las coordenadas específicas que Jake carga en el piloto automático. Tras terminar su trabajo  observó a Thomas aun sonriendo. Uno podría apreciar como esa simple llamada cambió el humor del hombre haciéndolo radiante, de tal manera que era irritante.

– ¿Por qué no vas a dormir princesa? – Preguntó bromeando, dando a entender que sabía que estaba completamente atento a su llamada. Thomas solamente lo observó una fracción de minutos antes de rodar sus ojos y soltar un suspiro de fastidio. Recogió a Amir del asiento de Copilo -sin despertarlo- y se dedicó a mudarse hacia la parte trasera donde habían asiento desplegables para poder descansar correctamente -al menos un poco-. Cuando cerró la puerta que separa ambas secciones pudo oír la risa estridente del mayor retumbar en el lugar.






Thomas despertó cuando sintió que el avión se sacudía de forma violenta, lo que claramente demostraría que algo fallaba aquí. Tratando de no despertar al menor -que de alguna forma se las arregló para quedar enroscado con él a través de su asiento-, se levantó para dirigirse a la cabina donde Jake bastante histérico suelta insultos -seguramente- en árabe a través del comunicador. Se acercó hacia él situándose en el asiento de copiloto viendo desde el vidrio delantero lo que parecerían ser ¿disparos? ¿O pájaros cayendo en picada?

– ¿Qué sucede? – Exclamó verificaba los monitores mostrando algunos daños en el transporte. El mayor no le respondió ni siquiera se giró para verlo, maldijo en voz alta y siguió moviendo el avión para esquivar los ataques -aunque no podía hacerlo bien con semejante cosa-. Thomas no volvió a hablarle y se dignó a mejor despertar a Amir para abrochar su cinturón de seguridad. Cuando volvió pudo observar a Muller quitarse los auriculares y golpearlos contra el vidrio frente a él mientras maldice en ruso -al parecer su idioma favorito-.

– Los desgraciados nos siguen atacando, ellos saben quiénes somos y aun así nos atacan. ¡Malditos árabes! – Maldijo mientras golpeó el volante con fuerza e intentó de maniobrar bien las cosas. Thomas no debía de ser un genio para saber que Muller tendría que hacer unas cuantas llamadas para solucionar eso. Así que sin sutileza alguna echó al hombre de su lugar para posicionarse él allí y tomar los controles. Jake despotricó tanto que el otro muchacho llegó a preguntarse cómo era que conocía tantos insultos en tantos idiomas, quedando bastante sorprendido. El hombre no perdió más tiempo y buscó en su  bolsillo el teléfono celular, en dos segundos ya estaba esperando a ser atendido.

– Mu- – Dijo la persona del otro lado del teléfono pero antes de que pudiera terminar Jake le cortó hablando con total furia.

– ¡Nos están por derribar como si fuésemos un maldito avión de papel! – Ladró con fuerza mientras giraba de un lado al otro mirando los monitores. Thomas no lo culpaba por ser tan cortante, ya que cuando al fin creían que estaban por llegar a un lugar seguro las cosas cambian drásticamente. Algo que este dúo tendría siempre en mente sería que nunca, pero nunca, podrían estar en paz. La conversación se volvió bastante calurosa cuando Jake perdió la poca paciencia que le quedaba y la pobre mujer fue insultada por generaciones, no solo ella sino también el país y toda la organización fue insultada sin miramiento.

Los disparos se detuvieron tras un tiempo y fue cuando Muller al fin cortó el teléfono, empujó sin cariño alguno al niño fuera del lugar y le indicó que fuera con Amir, se sentase a su lado y que estuviera preparado para una invasión cuando aterrizasen. Sin más Thomas obedeció. Como anunció el mayor ni bien aterrizaron fueron abordados por militares bien armados. Amir se asustó completamente y se aferró al albino quien no lo soltó en ningún momento y miró fieramente -cual mama gallina- a los hombres dispuesto a arrancarles un brazo si intentaban hacer algo. Los hombres gritaron órdenes que nuestro protagonista no entendía ni por casualidad así que directamente se quedó dónde estaba, el menor se removía ansioso entre sus brazos. Cuando uno de estos hombres uniformados se hartó de que nuestro niño no le diera ni la hora se dedicó a intentar las cosas por la violencia; estaba a punto de golpearlo con la culata del arma cuando fue “atacado” por Jake.

– Si los tocáis os mato. – Siseó en árabe mientras sujetaba el hombro del hombre mientras tironeaba su brazo hacia atrás de una forma completamente dolorosa haciendo una llave. Todas las armas en un instante fueron puestas sobre él y eso no le hizo ninguna gracia, no soltó al hombre y realmente estaba por dislocarle el hombro. Pero la mano de Thomas situada en su hombro y su mirada le hizo retroceder soltando al hombre. No se confundan, no es que temiera del chico sino que sabía que tenía razón. “Es inútil” podía leer en mirar. – Venga, terminen con esto rápido, no estoy de buen humor. – Masculló al fin haciéndole señas al dúo sentado para que se parasen.

Ellos fueron trasladados hacia una zona médica donde se hicieron los análisis necesarios para determinar si estaban o no infectados. Fue extraño porque una de las enfermeras miró a Thomas como si fuera la cosa más rara del mundo, mientras que el medico tenía aquella miradita cómplice que decía que sabían algo que ellos no. Los análisis dieron lo esperado, estaban limpios. Una vez solucionado aquel problema ellos fueron liberados. Jake hizo una rápida llamada a la mujer que arregló todo eso para conseguir el paradero de la hermana de Amir y minutos más tarde se encontraban caminando en las calles.

Encontrar a dicha mujer no fue tan difícil, estaba en un salón de refugiados donde las personas estaban enlistadas. El encuentro fue como sería cualquier encuentro de familiares que se creían muertos. Muchas lágrimas, muestras de afecto y sobre todo, muchos agradecimientos hacia los mayores. La mujer argumento que no tenía forma de pagarles y Jake aseguro que el trato ya estaba sellado mientras le guiñaba el ojo. Amir se despidió abrazando a los chicos con fuerza y realmente parecía un poco indeciso en dejarlos ir, les pidió que le prometieran que volverían a visitarlo y Muller argumento que era un trato mientras le daba una palmadita en la espalda. Las despedidas siguieron y cada quien se fue por su camino. Cuando salieron ambos fuera del recinto se quedaron quietos en silencio momentáneamente.

– Ahora que sigue ¿Chico maravilla? – Preguntó mientras alzó su rostro para mirar el cielo, el suave matiz de naranja y azul comenzaba a mezclarse. Jake, aunque no lo admitiera, no quería separarse del hombre, había un “algo” que quería descubrir de él. Con Sherry había sentido este sentimiento de protección, cariño y cierto amorío, pero con Thomas era tan distinto. Quería descubrirlo, quería entenderlo y más que nada, quería besarlo. Con solo pensar aquello Muller quería golpearse la cabeza contra la pared, ya que si bien él nunca se consideró alguien muy recto -pues es mejor ver lo lindo de ambos mundos- hacía mucho tiempo que no se sentía atraído por otro hombre.

– No estoy seguro. Aun no sé nada de mí. – Respondió mientras guardaba las manos en los bolsillos de los muy estrechos jeans que aún conservaba. – Quizás comprarme algo de ropa. – Murmuró en tono de broma -y cierta parte real- mientras miraba hacia las calles donde pocos autos transitaban. Por la cera se podían ver militares caminar bien armados murmurando cosas al verlos –pues aun conservaban sus armas-. – ¿Tú qué harás? – Miró de reojo al hombre que al parecer analizó bien su respuesta antes de responder.

– Ahora mismo, iré al hotel y dormiré como un bebé, tú vendrás conmigo y serás mi bella durmiente. – Respondió como si nada aun burlándose de él con aquello, aun seguía considerándolo una princesa a pesar de este –Thomas- no ser muy consciente de ello. El muchacho se sonrojo levemente mientras soltaba un resoplido con mezcla de reproche y diversión, antes de soltar:

– ¿Es una propuesta indecente lo que oigo?

– Puede ser. – Respondió tan bajo que Thomas se preguntó si se lo imaginó o no, de cualquier forma siguió al hombre ya que no tenía donde más ir. Sus posibilidades de recordar eran mayores mientras este con Jake, ya que jamás tuvo tantos recuerdos golpeando su mente anterior a su encuentro, y aunque quizás solo era una coincidencia esta era una excusa muy buena para continuar juntos.






El hotel donde estaba registrado Jake era de los más caros y reconocidos de todo Raid, ni bien entraron Thomas se preguntó si este hombre era tan rico como aparentaba en esos momentos. El mayor se encargó de todo, al parecer ya teniendo una habitación reservada para él. Se lo pudo ver coquetear con la recepcionista quien al parecer terminó por darle su número -cual cogió mientras le guiñaba el ojo y guardo hecho un bollo en su pantalón-. El albino claramente estaba disgustado pero esperó -rogó- realmente no demostrarlo facialmente y para disimular se dedicó a observar con detalle dicho lugar. Tanto blanco y oro debía de ser un crimen, era demasiado brillante para su gusto, por suerte algo de verde -en plantas- se podía apreciar como también algo de rojo -en tapices- que rompían un poco aquella aura de pureza. No se percató que se perdió tanto en su distracción hasta que fue golpeado, fuertemente, por Jake. Se giró malhumorado y le regaló una mirada llena de odio al hombre por lo bruto que era. Muller se rio como respuesta.

No discutieron -aunque parecía que lo harían en cualquier momento- y ambos se encaminaron hacia el ascensor. La musiquita que pasaban era insoportable más para los 20 pisos que debieron de subir, siendo interrumpidos un par de veces prolongando el tiempo de espera. Entre los clientes del lugar que subían y bajan solamente recalcaremos a una persona; fue una mujer que se subió en el piso 15 con dos perros chihuahuas que le ladraron durante los restantes piso a Thomas sin detenerse ¡y uno le mordió! El muy desgraciado perro le mordió fuerte. Por suerte solo restaron pocos pisos hasta que al fin se bajaron de ese infierno. Nunca en su vida volvería subir por uno, prefería subir por escaleras sin importar que tan ridículo pareciese.  

El pasillo era igual de elegante que el resto del lugar, nada más que más desértico. Jake iba a la cabeza, dado que él sabía dónde estaba el cuarto, y en ningún momento ninguno de los dos intento entablar una conversación. El silencio era cómodo. Thomas prefería estar así, así podría sumirse en sus pensamientos, no es que realmente tuviera mucho que pensar pero los últimos días habían sido un olaje de memorias y emociones que aun debía de procesar correctamente. Nuevamente bajó sus defensas y antes que pudiera darse cuenta el mayor lo cogió del antebrazo y lo golpeó contra la pared aprisionándolo -sin cariño alguno-, los ojos del menor se desorbitaron y miraron al hombre sin comprender su acción, frunció el ceño al instante.

Ja- Antes de que pudiera terminar de decir aquello, unos agrietados labios se posicionaron sobre los suyos. No fue un beso de novela romántica ni tampoco un beso de novela pornográfica, fue un beso casto. Una suave unión de sus labios sin más. Demostrando tantas emociones atrapadas listas para salir, como la confusión, el cansancio y otra cosa que Thomas no podría definir que eran transmitidos por Jake. Mientras que él solo podía sentirse sorprendido y muy dispuesto a prolongar aquella unión. Ambos se olvidaron de respirar y el beso duró más de lo esperado. Las manos de Muller se encontraban bien posicionadas, mientras una aun sostenía el brazo izquierdo del niño, la otra se encontraba acunando el rostro de este, acariciando su mejilla casi fantasmalmente. El albino solo pudo reaccionar a colocar su mano libre sobre el pecho ajeno con su palma abierta, sintiendo los latidos sobre está haciendo que se sintiera completamente reconfortado y sumido en una espectacular tranquilidad.

Fue Jake quien rompió el contacto y luego ingresó por puerta a un lado suyo dejándola abierta. Nuestro protagonista tardó en reaccionar, relamió sus labios y luego se los tocó antes de sonreír tontamente. Cuando ingresó a la habitación pudo observar que, dios, era un maldito loft. Era grande y con una decoración muy rica, en la pared a su izquierda -pintada de rojo pasional- se posaba en el centro una cama King gigantesca con dos mesillas de noche a los lados (con despertador y lámpara). Yendo más al centro podrías apreciar un sofá grande de terciopelo rojo frente a un televiso de pantalla plana ridículamente grande, a su derecha un mini-bar y a su izquierda unos muebles junto a una nevera. Podría verse una puerta situada a lo lejos frente a la cama que seguramente sería el baño. El resto de la habitación estaba pintada de blanco y su piso era de madera -falsa- siendo completamente elegante, algunos cuadros como plantas -falsas también- se posaban por aquí y por allí. Thomas jamás creyó ver un lugar como este en toda su vida.

Tras dar una mirada general terminó por optar dejar de babear y buscar a Jake quien ahora se encontraba acostado en la cama al parecer ya dormido. Soltó un suspiro pareciendo una risa y rodó sus ojos mientras se dirigía a darse una ducha, sus músculos dolían y algo de agua caliente no le vendría mal. Antes de ingresar al baño dio una última mirada al hombre durmiente y luego se perdió en el cuarto cerrando la puerta sin hacer el menor ruido.







Thomas se dio un baño muy largo, usó algunas sales que había -olían bien- y también aquel líquido que formaba espuma. Fue sorprendido por este último, jamás había visto algo así y como niño pequeño quedó embobado con ello. El baño fue tan largo que hasta que no sintió que el agua ya no estaba caliente no salió y su piel se había arrugado cual pasa de uva. No podía recordar ninguna vez que haya disfrutado tanto un tiempo de intimidad y aseo propio.  

Cuando salió, el enorme espejo, situado sobre el también ridículamente grande lavado, se encontraba aun empañado debido al agua excesivamente caliente que uso con anterioridad. El resto del cuarto no tenía neblina de vapor, y los azulejos de la pared se estaban desempañando dejando rodar pequeña gotas de agua. Con una toalla atada a la cintura se acercó a este y limpiándolo con la mano vio su reflejo en el espejo. Thomas no es una persona que se haya detenido a mirarse al espejo, lo habrá hecho de forma rápida un par de veces, pero tampoco es como si le sorprendiera lo que ve. Era feo, era espantoso. Su rostro se encontraba lleno de heridas que siempre quedarían. ¿Cómo era que alguien siquiera pudiera verlo? Si bien no estaba desfigurado seguía siendo feo, su cabello era blanco y extraño, también caía sobre sus ojos. Oh, dios, su ojo cosido, era sencillamente horrible. ¿Por qué siquiera Jake lo beso?

Thomas sintió unas terribles ganas de romper el vidrio pero optando que causaría demasiado ruido se giró y le dio la espalda mientras se cambiaba. No es que él se auto compadeciese o tuviese bajo autoestima, maldición, a él no le importaba todo eso, pero solo que… ¿realmente porque Amir no se sentía cohibido de su presencia? Mejor dicho, ahora entendía las miradas raras de los doctores, de la hermana del niño y ¡hasta la mujer de los perros! Negando con su rostro se dedicó a terminar su labor para acallar sus pensamientos deprimentes. Terminado este cogió una toalla para secarse su cabello mientras se retiraba de aquel lugar.

Cuando salió Jake estaba roncando, sí, literalmente estaba roncando, lo que significaba que estaba en el sueño profundo -y era un alivio completo-. Era tierno en cierta medida y solamente produjo un resoplido por parte del niño antes de que este se dirigiera al bar a buscar alguna bebida. No debía de ser un genio para saber que es el alcohol, lo vio a Jake beber en la travesía un par de veces cuando tenía heridas profundas o dislocamientos de huesos. Recogió una botella pequeña de un líquido transparente -tequila- y de un trago se la bebió. Sintió como su garganta quemaba cuando este transitaba por allí, era una sensación horrible y agradable a la vez, soltó un resoplido mientras intentaba de no toser.

Cuando el malestar paso se dirigió hacia la cama sin hacer ruido en absoluto, en realidad Thomas se encontraba descalzo en estos momentos habiendo dejado sus botas en el baño. Con cuidado se subió a la mullida cama y se acomodó dándole la espalda al mayor. Realmente no comprendía porqué había elegido un cuarto con una única cama pero tampoco se quejaría de algo que vino de arriba. Antes de darse cuenta se había quedado dormido profundamente. Esto mostraba que tan cansados estaban ambos hombres.







Thomas se despertó por el sonido fuerte de unos altavoces anunciando algo. Resonaba tan horriblemente fuerte que por más que quiso girar y seguir durmiendo no pudo. Se vio obligado a abrir su ojo y sentir los rayos de sol cejarlo momentáneamente, por lo cual intuyó que debería de ser la mañana del día siguiente. Se desperezó cual gato mientras observaba mejor a su entorno algo desorientado, cayó rápido en lugar y buscó automáticamente a Jake pero no logro encontrarlo. Tocó la parte donde el hombre había dormido y lo notó frío por lo cual concluyó que debería de haberse levantado hacía tiempo, suspirando suavemente se dejó caer boca arriba en el centro de la cama.

Debido al sonido insistente no tuvo mucho tiempo de tranquilidad, a regañadientes se levantó y fue a buscar sus botas cuando se dio cuenta que estas se encontraban junto a la cama.  Terminó por creer que quizás Jake podría haberse duchado -quizás no pues era obvio- se vistió antes de coger sus armas -nunca saldría sin ellas- y dirigirse hacia la primera planta para buscar al mercenario. Encontrarlo era más difícil de lo esperado, no estaba en el hall y cuando intentó de preguntarle a la recepcionista esta lo ignoró completamente. Buscó en los alrededores, al parecer el hotel tenía una piscina climatizada, un spa y un gimnasio. No tenía ni idea como podía tener tantos lugares, y a pesar de todo no encontró el comedor -que supuso que debería de tener-. Se estaba muriendo de hambre y no se había cruzado con ninguna persona en todo su trayecto, y eso comenzaba a perturbarlo un poco -mucho-.

Fue mientras intentaba volver al Hall de entrada cuando sintió una mirada fija en él y pocos minutos más tarde podía escuchar caminata tras suyo. No es que fuera paranoico ni nada pero no confiaba en situaciones así. Siguió caminando normal para no llamar la atención del “acosador” y que no supiera que él sabía de su presencia, esperó cualquier ataque. Y como fue previsto sintió una mano situarse en su brazo y tironearlo hacia atrás, en un movimiento ágil se giró y pateó el abdomen del hombre por su costado con mucha fuerza. Pero sus planes no resultaron como tenía planeado, su pierna si golpeó algo pero no con el impacto que desearía, fue detenida por la mano ajena como si esperase el ataque.

Sigues igual de rápido. Respondió una voz que hizo que su cuerpo sintiera un horripilante escalofrío. Thomas alzó su rostro abriendo sus ojos de una forma cómica, en la situación adecuada, y su boca mientras observaba al “acosador”. Era un hombre alto, cabello rubio sucio y con unos ojos verdes penetrantes; estaba bien constituido siendo casi una mole, grande de grandes músculos claramente con un pasado militar -o mucho gimnasio-.  Sonreía de una forma tan torcida que solo podía producirte miedo, y esto es lo mismo que nuestro niño sentía.

T-tu-u Tartamudeó mientras sentía varios recuerdos golpeando su mente. Sintió pronto como todo daba vueltas y el hombre reír mientras suelta su pierna -y brazo- permitiéndole caer al suelo de forma dramática golpeando sus rodillas. Se abrazó a si mismo mientras sintió como cada parte quiere caer en su lugar pero no lo consigue del todo, causando un horrible dolor de cabeza.

– Tommy, Tommy… – Pudo escucharlo hablar pero sus palabras se perdían. Esto era lo peor que le pudo pasar. ¿Dónde estaba Jake cuando se lo necesita? ¡Maldición! – Apuesto a que el viejo estaría desilusionado de ti. – Pero ya no importaban sus palabras, un recuerdo gano terreno sumergiéndolo en él de forma profunda y asfixiante.





“– ¡Protejan a Thomas! – Oía gritar a un hombre con apariencia mayor, su cuerpo era bien constituido y tenía músculos que resaltaban. Cuando este se giró a verme pude ver su cabello canoso y su barba abundante. Su mirada es feroz, pareciera que comería vivo a quien se le cruzase en el camino. Puedo sentir como un grupo de hombres me rodea cumpliendo sus órdenes, son 6 personas vestidas como este hombre, un traje militarizado. Todos están armados y atentos, algunos más jóvenes que otros, algunos heridos y otros pareciera que ya no daban para seguir. 

Sólo puedo quedarme allí, sentado en el suelo -porque me han obligado a estarlo- y mirar a mí alrededor. Siento el viento golpear mi cabeza alborotando mi cabello y el sonido molesto de unas hélices cortar el viento, pronto un helicóptero se ve en el cielo por sobre el sol. Una cuerda caer y junto a esta unas personas vestidas completamente de negro, entre estas personas esta aquella persona que acabo de cruzarme en el pasillo. Todos armados y todos, al igual que el grupo que me protege, en buena forma.

– Dennos al niño. – Lo oí exigir mientras sentía como el miedo comenzaba a llenarme, miró a mis lados en busca de algo que me diga que no acataran su petición y puedo oír al mayor gruñir. Él parece muy protector hacia mí y eso me tranquiliza sin más, aun así prefiero no saber y cerrar mis ojos, sabiendo lo que continuará. La lucha es algo que no se puede evitar.

– Ni de coña. – Respondió él mientras alza su arma. – Está bajo la protección de la BSAA. – Recalcó como si aquello pudiera hacer que estas personas retrocediesen, pero no lo hizo, lo sé porque oí las armas ser desfundadas.

– Tú lo has pedido viejo. – Las armas se disparan sin piedad, sólo puedo atinarle a cubrirme mis oídos para eliminar el sonido, pero es inútil. Siento los alaridos de dolor producíos de ambos lados y siento como los cuerpos a mi alrededor se desploman en el suelo sin vida. El tiempo no es mi amigo y pasa demasiado lento para mi gusto, puedo oír cada palabra dicha y soltada, los pasos alejarse y acercarse, los cuerpos caer. Es molesto, quiero que pare pero no lo hace.

Entonces lo oigo, al hombre gritar de agonía mientras se desploma arrodillado frente a mí. Me obligo a abrir mis ojos y observarlo, está inclinado sosteniendo su hombro mientras aun con su mano libre sostiene su arma. No se rendirá, lo sé, sigue atacando cuando sabe que es el único en pie. Yo lo sé, es inútil pero quiero creer en sus palabras, en que me protegerá. Pero sus balas se acaban demasiado rápido.

Entonces lo veo, aquel rubio que es el líder de los “villanos”, se acerca lo suficiente para arrancarle el arma al hombre y tirarla lejos, se inclina sobre el cuerpo lo suficiente para que sus rostros estén a escasos sentimientos. Mi héroe no se cohíbe y escupe el rostro ajeno, la saliva y sangre decoran su nariz y solo produce una risa diabólica del enemigo. Este susurra algo que no llego a oír y luego clava un cuchillo en el abdomen del hombre adulto profundamente. Él chilla y grita mi nombre, una y otra vez.

– Thomas, Thomas Molinett, Tho-thomas… – Sus palabras duelen y quiero acercarme a él, acunarlo en mis brazos mientras se va quedando sin vida pero no puedo. Nuestro invasor me ha tomado del cabello y me mantiene rígido en mi lugar. Murmura algo en un idioma que no comprendo y puedo ver su sonrisa expandirse.

– Eres mi premio. – Masculla en un inglés raro, con asentó raro, mientras me obliga de pie. Al fin puedo ver el caos que he producido, todos han muerto, hay muertos de cada lado del bando. La masacre es horrible sin más miramientos, no debería de haber existido, debería de haberme entregado y este hombre, quien juro protegerme, estaría vivo. ¿Realmente lo estaría? Lo dudaba.

Soy arrastrado cual muñeco de trapo por el hombre hasta la escalera de cuerda, intento desobedecer y golpear al hombre, no puedo dejar que esto termine así. Doy un golpe acertado en su rostro y eso me produce un golpe bien dado en mi estómago. Quedo doblado de dolor al instante y en ese momento puedo ver su cuchillo enfundado en su cintura. No dudó en tomarlo y alzarlo hacia arriba, corto su labio y mentón, dejando un hueco y cortando su ceja izquierda. Él intenta desarmarme pero me escuro y soy lo suficientemente hábil para volver a atarlo, corto la palma de su mano profundamente.

Mi vista está nublada, he comenzado a llorar por las muertes pero me mantengo en posición de ataque, sé que estoy en desventaja pero moriré antes de dejarme atrapar otra vez. Estoy rodeado de hombres que se precipitan sobre mí, me muevo y esquivo los que puedo pero dos cayeron sobre mí. Me aplastan pero sigo moviendo mi mano armada frenéticamente. Los hiero, lo sé, no me importa, ellos también lo hacen. Pero mi suerte no sonríe y pronto puedo sentir todo mi cuerpo siendo electrocutado. No es una sensación agradable. Tiemblo de una mera horrorosa, siento náuseas y un fuerte dolor de cabeza, mis ojos no están enfocas y pronto la oscuridad me gana.”

Listado de Capitulos


Capitulo 1: Hey Chaval.
Capitulo 2: ¿Qué diablos eres?
Capitulo 3: Lo que no te mata te trauma.
Capitulo 4: No existe la suerte.
Capitulo 5: Quizás podría funcionar.
________
_____________
Resident Evil © Capcom/Shinji Mikami
Jake Muller © Resident Evil
7H0M45/Thomas © :iconkaori-oc:
Amir © :iconkaori-oc:
© 2014 - 2024 Kaori-OC
Comments0
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In